
The New York Times sobre los Cinco Cubanos
NIKO SCHVARZ
EN LA EDICIÓN del pasado domingo 5 The New York Times publicó una nota de 1494 palabras sobre los cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos, escrita por su corresponsal en La Habana, James C. McKinley Jr. y que aborda las distintas instancias del caso, desde el juicio original a la historia del proceso de apelaciones. El artículo se detiene en las repercusiones del caso en Cuba, incluyendo reportajes a las esposas de dos de los detenidos, a las cuales se les viene negando sistemáticamente las visas para ingresar a los Estados Unidos. También hace referencia al reciente reportaje efectuado por la BBC de Londres a Gerardo Hernández en la cárcel.
La vista oral del 20 de agosto
Esta publicación cobra especial significación por el hecho de difundirse en el mundo entero, además de ser reproducida en cientos de periódicos estadounidenses, y porque el 20 de agosto se llevará a cabo una vista oral del caso ante la Corte de Apelaciones del 11º Distrito en Atlanta.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González fueron arrestados en setiembre de 1998, acusados de espionaje, incluso de actividad militar, y de conspiración contra EEUU. En realidad estaban recogiendo información sobre los grupos terroristas de Miami (que en la nota se denominan “right-wing Cuban exiles in Miami, los exilados derechistas cubanos, es decir la gusanera de Miami), los cuales planeaban y ejecutaban acciones terroristas contra Cuba y lo siguen haciendo. Guerrero y Labañino fueron sentenciados a cadena perpetua, Hernández al doble de esa pena (aunque no lo crea), Fernando González a 19 años y René González a 15 años. Fue Hernández quien reconoció en la entrevista de la BBC que él estaba recogiendo información sobre lo que describió como “grupos paramilitares determinados a derribar al gobierno cubano”. Explicitó que estos grupos se entrenaban en campamentos de organizaciones paramilitares, y luego se trasladaban a Cuba donde colocaban bombas y perpetraban actos de sabotaje y toda clase de agresiones. “Y gozaban de impunidad –agregó- por lo cual en un momento dado Cuba decidió enviar alguna gente para recabar información sobre estos grupos y remitirla a Cuba para prevenir estas acciones”.
El presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Cuba, Ricardo Alarcón, luego de insistir en que los acusados no estaban buscando informaciones referidas al gobierno de Estados Unidos, declaró que las condenas eran excesivas en comparación con las sufridas por otros acusados de espionaje. En el mes de julio un ex analista del FBI, Leandro Aragoncillo, recibió una condena de 10 años por pasar documentos ultrasecretos (top secret documents) al gobierno de Filipinas.
En la crónica del New York Times se recogen testimonios de la gente en la calle, incluso escolares o liceales, que manifiestan su admiración y apoyo hacia quienes denominan “los cinco héroes”, cuya popularidad solamente se iguala, según McKinley, con la que sigue acompañando al Che Guevara, cuando nos aproximamos a los 40 años de su muerte en Bolivia.
La doble hipocresía de la “guerra antiterrorista”
“Una razón de su popularidad –escribe- es que según la versión cubana se trata de gente valiente que intentó investigar las actividades de terroristas de ultraderecha afanosos de atacar a Cuba mientras se cobijaban en Estados Unidos. Esta visión –agrega- conlleva el mensaje de que Washington es hipócrita en su ‘guerra contra el terrorismo’”. Este argumento cobró mayor fuerza a partir de mayo, cuando Luis Posadas Carriles fue excarcelado en Estados Unidos y se pasea libremente por la Florida. La nota recuerda que Posada Carriles organizó varios complots para asesinar a Fidel Castro y fue el cerebro del atentado contra un aparato de Cubana de Aviación que levantó vuelo desde Barbados en octubre de 1976, atentado que cobró 73 vidas humanas, a lo que se sumaron luego varios operativos mortales en hoteles y clubes de La Habana. Se registra una opinión que resume estos diferentes aspectos: “Estoy convencido de que son verdaderos héroes. Cualquier persona que esté contra el terrorismo debe estar junto a ellos. El gobierno de los Estados Unidos es muy injusto al encarcelarlos mientras Posada Carriles está en libertad”.
Al mismo tiempo vuelve a pasar a primer plano la situación en las prisiones de la base de Guantánamo, en territorio usurpado a Cuba, donde cientos de detenidos son víctimas de torturas y aislados del mundo, al punto de que Gran Bretaña, principal aliado de EEUU en la invasión a Irak, está reclamando la liberación de cinco prisioneros de nacionalidad británica allí recluidos desde hace años.
Como el verso de Quevedo
Se incluyen en la nota reportajes a Olga Salanueva, esposa de René González, y a Adriana Pérez, esposa de Gerardo González. Ambas vieron rechazada su solicitud de visa para ingresar a EEUU y hablan de la dificultad de criar a sus hijos sin su padre y de vivir sin su esposo. Elizabeth Palmeiro, esposa de Ramón Labañino, se conmueve cada vez que mira a sus hijas, una recién nacida y otra de 5 años cuando su marido fue encarcelado, 9 años atrás, y lamenta que no haya podido verlas crecer. “Siento una mezcla de pena, de tristeza, de furia, y orgullo”, dice. Como en el verso de Quevedo: “Hay en mi corazón furias y penas”.
Publicado en La República, 10 de agosto 2007, pág. 32
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