La libertad de los Cinco, depende de nosotros
PADRE MICHAEL LAPSLEY*
Por quinta vez he tenido el privilegio de visitar a Gerardo Hernández en la Penitenciaria Federal de Victorville, California, a dos horas de Los Ángeles. Fue el lunes 3 de noviembre, el día antes de las elecciones en Estados Unidos. Gerardo está cumpliendo una sentencia doble de cadena perpetua (más 15 años).
En la nota que envía Gerardo junto con las fotos tomadas durante la visita expresa que el Padre Lapsley es una víctima del terrorismo.
Aunque es una prisión de nuevo tipo, es difícil imaginar un lugar más inhóspito. La única cosa que faltaba era una señal diciendo, "rendida la esperanza de todo el que entre aquí".
Gerardo, tiene ahora 43, daba largos pasos en la sala de espera con una sonrisa radiante y confianza natural.
Traje conmigo saludos solidarios de todo el movimiento de solidaridad con Cuba en Sudáfrica.
Estaba muy contento de encontrarme con Gerardo una vez más. Ha pasado casi un año desde mi última visita. Al mismo tiempo, me sentí triste, otra visita significaba que él había tenido que soportar otro año de injusticia. Preso por ayudar a prevenir el terrorismo contra su patria.
Había muchas cosas de qué hablar —lo último de su casa— Cuba, Sudáfrica, Estados Unidos, nuestras familias, el movimiento de solidaridad. Las tres horas se fueron corriendo.
Gerardo recibe cartas todos los días de todo el mundo. Contesta al menos 10 diariamente. Algunas veces las autoridades de la prisión pueden tomarse hasta tres meses para entregarles las cartas destinadas a él.
Indudablemente, la mayor pena de Gerardo, es que al amor de su vida, Adriana, su esposa, le ha sido rechazado el permiso para reunirse con él en los últimos 10 años. Tal crueldad es contraria al derecho internacional y refleja miserablemente a Estados Unidos.
Hablamos acerca de las elecciones en EE.UU., de cómo muchos de los prisioneros apoyaban a Obama, excepto un pequeño grupo de racistas.
Por otra parte, ha sido un año sombrío para los Cinco. Su última apelación fracasó. El próximo paso será apelar a la Corte Suprema, la cual solo escucha una pequeña proporción de los casos que le son sometidos. No obstante el apoyo a los Cinco continúa creciendo a pasos agigantados en el mundo.
Después del último revés, Gerardo escribió acerca de cómo el Sistema Legal de Estados Unidos ha fallado sistemáticamente en hacer justicia a los Cinco.
Gerardo permanece completamente firme en su compromiso con la Revolución cubana y con su patria. Conoce que su causa es justa. Conoce que un día se reunirá con Adriana y caminará por las calles de La Hababa como un hombre libre.
Las esperanzas de Gerardo están en ti, en mí, en el pueblo cubano y el movimiento de solidaridad mundial. Nuestra tarea por los Cinco es la misma, organizarnos y ganar la libertad para los Cinco.
Debemos también unirnos a la demanda humanitaria mundial para que Adriana y la esposa de René González, Olga, puedan visitar a sus esposos en prisión. La libertad de los Cinco, depende de nosotros.
(Fragmentos del artículo del Padre Lapsley sobre la visita a Gerardo)
*Presidente de la Asociación de Amistad con Cuba (FOCUS) en Cape Town, Sudáfrica.
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